EL CROMÁTICO BAJO PIURA.

LA FOTOGRAFÍA DE MANUEL QUIROZ

Escogedores de paja, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
En el arte fotográfico de Manuel Quiroz encontramos una manera idónea para celebrar la identidad en el contexto del Bicentenario porque muestra a Simbilá y Catacaos, la entrada al Bajo Piura, lugares de concentración viva de paisajes, costumbres y comunidades representativas del norte peruano.

Ni bien se instaló en Piura en verano de 1949, Quiroz fue conducido por estas tierras por el escritor y periodista Juan Eduardo Moscol Urbina. El impacto fue trascendental para su mirada, pues le motivó a fotografiar sistemáticamente durante los meses siguientes, creando así su único conjunto de temática etnográfica en forma final de foto-óleo, algunas de las cuales gozan actualmente de una declaratoria como patrimonio cultural inmaterial de la nación. Quiroz abarcó el tejido de sombreros de paja toquilla, la gastronomía local y la producción alfarera. Plasmó también el espacio habitado y momentos vitales como el fin de la vida y las velaciones, frente al dinamismo del mercado de Catacaos en su expresión dominical, día central de convergencia de las comunidades y caseríos para la venta de sus productos.

Quiroz usó la cámara conscientemente como dan cuenta las variaciones de puntos de vista y los planos, el control de la luz natural y sombras en interiores y exteriores, los enfoques y las composiciones con motivos estáticos y en movimiento. Su trabajo en los años de 1930 como reportero gráfico del diario El Comercio de Quito, su ciudad natal, le formó en la técnica y la visión directa en la identificación elemental de un acontecimiento, situación y espacio. Supo discernir el valor informativo que le proporcionaba aquel intenso conglomerado social.

La formación que recibió durante los años de 1920 en la Escuela de Bellas Artes de Quito, sin embargo, fue fundamental para la definición de los foto-óleos del Bajo Piura. En el universo cromático que Quiroz plasmó sobre las imágenes, se percibe una preponderancia por los marrones y una serie de matices vinculados a la tierra, al carrizo, al barro, a los cántaros, a la madera y a la piel humana. Un elogio visual a la capacidad humana de transformar materias primas. Tuvo los conocimientos y la sensibilidad para fusionar el valor documental de la fotografía con la evocación pictórica lograda con la aplicación manual de tintes especiales transparentes de absorción sobre el papel.

Es sabido que el coloreado existe desde los orígenes de la fotografía en el siglo XIX en respuesta a la ilusión de mayor realismo y volumen, pero también por darle un cierto estatus de artisticidad a la imagen en blanco y negro. La fotografía coloreada o iluminada fue muy cotizada porque intervenía un pintor profesional siguiendo un complicado procedimiento manual. En 1950 ya existía en el mercado internacional la película fotográfica a color, sin embargo, la demanda y preferencia social por la fotografía iluminada, concretamente en el retrato, llamado también foto-óleo en algunos lugares, se mantuvo hasta fines del siglo XX. Pero los foto-óleos de Quiroz del Bajo Piura tienen un carácter inminentemente etnográfico. En ellos convive la fuerza de la representación de una cultura viva local con el ensueño del color.

Esta extraña y novedosa belleza de sus foto-óleos a los que llamó “Motivos cataquenses”, tuvo una recepción extraordinaria en la esfera pública de su tiempo. Este conjunto fue expuesto por Quiroz en numerosas oportunidades entre 1949 y 1987 (falleció en Piura en 1988). Pronto lo expuso en Trujillo, y en Lima en 1951 en el Museo de la Cultura Peruana, entonces dirigido por Luis E. Valcárcel. Además, se exhibió bajo patrocinio de instituciones como las Municipalidades de Piura, Sullana y Catacaos, el Club Grau, la Alianza Francesa, la Sociedad de Empleados, la Universidad Técnica de Piura, el Grupo Literario y Artístico, el Club Amantes del Arte, la Asociación de Mujeres Profesionales y de Negocios de Piura, entre otras más.

Comercialmente, Quiroz vivió de la actividad del estudio fotográfico que instaló en la calle Cusco, en el centro de Piura, contando con la colaboración de su esposa Laura y su hija Zenaida. Pero su figura se consolidó gracias a las exposiciones colectivas con miembros del grupo Cultura Piurana al que perteneció, y también por sus vínculos con artistas piuranos como Mercedes Montero, Rodolfo Ramos, Manuel Guaylupo, Genaro Martínez Silva, Edmundo Arámbulo, Federico Varillas, Félix Rebolledo, Carlota Ramos de Santoloya, Elvira Quiroz, Rafael Fiol y Lorenzo Osores. Además de generar noticias en periódicos y revistas, los escritores Carlos Robles Rázuri, Luis Ginocchio Feijó, José Casajuana, Suriel Mendoza y José Estrada Morales, publicaron artículos sobre su vida y obra.

La consistencia del foto-óleo de Quiroz suscitó admiración, crítica y elogios locales como no se conoce que haya ocurrido con otro fotógrafo moderno en Piura, lo cual hizo posible que estas obras se convirtieran en valiosos objetos culturales. La adquisición de conjuntos de motivos cataquenses por parte del Banco Central de Reserva del Perú en 1975 y del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca) en 1983, lo comprueban. Sus imágenes develan la condición humana de una comunidad local y su aporte identitario a la amalgama cultural de la nación peruana.

Andrés Garay Albújar y Cristina Vargas Pacheco.
En el arte fotográfico de Manuel Quiroz encontramos una manera idónea para celebrar la identidad en el contexto del Bicentenario porque muestra a Simbilá y Catacaos, la entrada al Bajo Piura, lugares de concentración viva de paisajes, costumbres y comunidades representativas del norte peruano.

Ni bien se instaló en Piura en verano de 1949, Quiroz fue conducido por estas tierras por el escritor y periodista Juan Eduardo Moscol Urbina. El impacto fue trascendental para su mirada, pues le motivó a fotografiar sistemáticamente durante los meses siguientes, creando así su único conjunto de temática etnográfica en forma final de foto-óleo, algunas de las cuales gozan actualmente de una declaratoria como patrimonio cultural inmaterial de la nación. Quiroz abarcó el tejido de sombreros de paja toquilla, la gastronomía local y la producción alfarera. Plasmó también el espacio habitado y momentos vitales como el fin de la vida y las velaciones, frente al dinamismo del mercado de Catacaos en su expresión dominical, día central de convergencia de las comunidades y caseríos para la venta de sus productos.

Quiroz usó la cámara conscientemente como dan cuenta las variaciones de puntos de vista y los planos, el control de la luz natural y sombras en interiores y exteriores, los enfoques y las composiciones con motivos estáticos y en movimiento. Su trabajo en los años de 1930 como reportero gráfico del diario El Comercio de Quito, su ciudad natal, le formó en la técnica y la visión directa en la identificación elemental de un acontecimiento, situación y espacio. Supo discernir el valor informativo que le proporcionaba aquel intenso conglomerado social.

La formación que recibió durante los años de 1920 en la Escuela de Bellas Artes de Quito, sin embargo, fue fundamental para la definición de los foto-óleos del Bajo Piura. En el universo cromático que Quiroz plasmó sobre las imágenes, se percibe una preponderancia por los marrones y una serie de matices vinculados a la tierra, al carrizo, al barro, a los cántaros, a la madera y a la piel humana. Un elogio visual a la capacidad humana de transformar materias primas. Tuvo los conocimientos y la sensibilidad para fusionar el valor documental de la fotografía con la evocación pictórica lograda con la aplicación manual de tintes especiales transparentes de absorción sobre el papel.

Es sabido que el coloreado existe desde los orígenes de la fotografía en el siglo XIX en respuesta a la ilusión de mayor realismo y volumen, pero también por darle un cierto estatus de artisticidad a la imagen en blanco y negro. La fotografía coloreada o iluminada fue muy cotizada porque intervenía un pintor profesional siguiendo un complicado procedimiento manual. En 1950 ya existía en el mercado internacional la película fotográfica a color, sin embargo, la demanda y preferencia social por la fotografía iluminada, concretamente en el retrato, llamado también foto-óleo en algunos lugares, se mantuvo hasta fines del siglo XX. Pero los foto-óleos de Quiroz del Bajo Piura tienen un carácter inminentemente etnográfico. En ellos convive la fuerza de la representación de una cultura viva local con el ensueño del color.

Esta extraña y novedosa belleza de sus foto-óleos a los que llamó “Motivos cataquenses”, tuvo una recepción extraordinaria en la esfera pública de su tiempo. Este conjunto fue expuesto por Quiroz en numerosas oportunidades entre 1949 y 1987 (falleció en Piura en 1988). Pronto lo expuso en Trujillo, y en Lima en 1951 en el Museo de la Cultura Peruana, entonces dirigido por Luis E. Valcárcel. Además, se exhibió bajo patrocinio de instituciones como las Municipalidades de Piura, Sullana y Catacaos, el Club Grau, la Alianza Francesa, la Sociedad de Empleados, la Universidad Técnica de Piura, el Grupo Literario y Artístico, el Club Amantes del Arte, la Asociación de Mujeres Profesionales y de Negocios de Piura, entre otras más. Comercialmente, Quiroz vivió de la actividad del estudio fotográfico que instaló en la calle Cusco, en el centro de Piura, contando con la colaboración de su esposa Laura y su hija Zenaida. Pero su figura se consolidó gracias a las exposiciones colectivas con miembros del grupo Cultura Piurana al que perteneció, y también por sus vínculos con artistas piuranos como Mercedes Montero, Rodolfo Ramos, Manuel Guaylupo, Genaro Martínez Silva, Edmundo Arámbulo, Federico Varillas, Félix Rebolledo, Carlota Ramos de Santoloya, Elvira Quiroz, Rafael Fiol y Lorenzo Osores. Además de generar noticias en periódicos y revistas, los escritores Carlos Robles Rázuri, Luis Ginocchio Feijó, José Casajuana, Suriel Mendoza y José Estrada Morales, publicaron artículos sobre su vida y obra.

La consistencia del foto-óleo de Quiroz suscitó admiración, crítica y elogios locales como no se conoce que haya ocurrido con otro fotógrafo moderno en Piura, lo cual hizo posible que estas obras se convirtieran en valiosos objetos culturales. La adquisición de conjuntos de motivos cataquenses por parte del Banco Central de Reserva del Perú en 1975 y del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca) en 1983, lo comprueban. Sus imágenes develan la condición humana de una comunidad local y su aporte identitario a la amalgama cultural de la nación peruana.

Andrés Garay Albújar y
Cristina Vargas Pacheco.

SECCIÓN 1
HAY VIDA EN EL DESIERTO

Simbilá. Casa de alfareros. 39 x 24 cm. 1950. Foto-óleo sobre papel. Col. CIPCA.

Como si se tratara de un viaje, el artista nos va adentrando en el entorno vital del Bajo Piura, donde aparece el valle del río homónimo, en medio de un entorno desértico. Los sepias del territorio arenoso, coexisten con el verdor de los característicos algarrobos, lo que logra plasmar a través de la sutil aplicación del óleo y tintes coloreados sobre la fotografía.

El camino hacia Catacaos flanqueado de algarrobos -como era habitual hallar a mediados del siglo pasado-, transitando por los paisajes tradicionales de Simbilá, hasta llegar a las callecitas cataquenses, nos permiten encontrarnos con entornos hasta hoy identificables. En sus imágenes, aparecen atisbos a la calle Comercio, arteria principal de Catacaos, de gran dinámica económica; así como la arquitectura vernácula y la republicana que coexisten en dicho espacio, ambas de incalculable valor patrimonial. Esto se relaciona, además, con la trayectoria del artista y su interés por el registro del paisaje habitado, como se evidencia de la exposición de vistas lojanas, muy aplaudida, que realizó en su tierra natal (Ecuador) antes de partir al Perú; y que se conserva en otras series que realizará ulteriormente, como aquella de Cajamarca y Piura La Vieja.

Carretera de Simbilá a Catacaos, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.2 x 24 cm. Col. CIPCA.
Llevando cántaros a vender de Simbilá a Catacaos, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
"La Malgeniada", 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Una calle cataquense, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24.5 cm. Col. CIPCA.
Callejón que conduce a Catacaos, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.

SECCIÓN 2
SANGRE VIVA

Tejedor de sombrero fino, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.

La palpitante vida cotidiana en el Bajo Piura, maravilla al artista desde que pisó tierras piuranas, y que durante un año -según testimonio de su hija, Zenaida Quiroz (2021)- y en compañía de su esposa, documenta diferentes momentos y situaciones de estas poblaciones. Los habitantes de todas las edades son protagonistas de sus escenas, apareciendo en casi todas ellas, en espacios públicos, pero también privados: en el mercado, en los chicheríos, en el cementerio; pero también en la intimidad de sus talleres, cocinas y viviendas.

En ese relato, la muerte y las tradiciones asociadas a ella, las cuales se han mantenido casi intactas hasta antes de la pandemia, también concitan su atención, transmitiéndonos el rigor del luto, en contraste con los colores vivaces de este espacio.

Un poto de claro para su sed, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Llevando su paja comprada y seleccionada, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Tejedora de sombrero fino, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Escogedora de paja, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Venta dominical de paja, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Viendo la calidad del sombrero para la compra, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Entierro de un mayordomo, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Casa en duelo, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
La llorona, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Velando, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Rezando a su difunto, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Rezador, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.

SECCIÓN 3
TRANSFORMACIONES

Secado de sombreros, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Los foto-óleos de Quiroz registran tres prácticas inmateriales -y todo lo que ellas conllevan-, de las cuales, dos actualmente están reconocidas como patrimonio de la nación: la gastronomía local, a través de la tradición de las picanterías y chicheríos; así como la fabricación de sombreros de paja toquilla.

En el primer caso, el artista registra desde los insumos que se expenden en el mercado, hasta los procesos de fabricación de los potajes. Así, aparecen las vendedoras de sopa de pescado, de ceviche, de tamales verdes y, por supuesto, el proceso de elaboración de la chicha. En 2018, las picanterías y chicheríos fueron reconocidos como Patrimonio inmaterial de la Nación. Lo mismo ocurre con el registro de la producción de sombreros de paja toquilla que Quiroz documentó minuciosamente: desde la selección del insumo, hasta la venta en las ferias dominicales cataquenses, tan famosas en el Bajo Piura. Dentro de esta industria que floreció a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, destaca el sombrero de tejido fino, realizado por mujeres y varones en un primer momento, tradición que hoy conservan principalmente las primeras. Esta tradición fue declara Patrimonio de la Nación en 2013.

Finalmente, la importante producción de cerámica utilitaria en Simbilá, poblado cercano a Catacaos, también aparece registrada con una gran riqueza documental y cromática. Esta, es heredera de tradiciones alfareras ancestrales y se convierte en el contenedor de la chicha de jora, tradición por la que hasta el presente se identifica la gastronomía regional. La producción de mates, a la que también se asocia la gastronomía local, también se registra aunque escasamente en la fotografía de Quiroz y es una herencia que se ha ido diluyendo en el tiempo.

El detalle de los procesos fotografiados se enriquecen gracias al uso adecuado y realista del color y de la pincelada precisa que se funde magistralmente en la imagen final en forma de foto-óleo, verdaderas piezas artísticas únicas con doble significación: testimonios vitales para conocer elementos vigentes y fecundos de nuestra identidad regional y nacional; y vehículo de comprensión del lenguaje estético y las búsquedas del fotógrafo Manuel Quiroz.
Primer día de trabajo, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Segundo día de trabajo, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Pulimento, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Secado de ollas de barro, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Armado de horno, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Quemando el horno, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Desbaratando el horno, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Llevando a vender, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 23 cm. Col. CIPCA.
Compra dominical de paja, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Escogiendo paja para los sombreros, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Escogiendo paja para los sombreros, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Paja al sol para blanquear, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Lavando la paja, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 23.5 cm. Col. CIPCA.
Haciendo ochos, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Secando paja, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Escogiendo paja. 39.5 x 24 cm. 1950. Foto-óleo sobre papel. Col. CIPCA.
Llevando sus sombreros a vender, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Venta de mates y potos, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
La Casa de maíz, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Secando jora, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Cocinando chicha, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Taberna, cocinando chicha, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24.5 cm. Col. CIPCA.
Enfriando la chicha y las cholitas, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 24 cm. Col. CIPCA.
Taqueando, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39.5 x 23.5 cm. Col. CIPCA.
Chicherío El Palacio de cristal, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Comiendo un piqueo, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Limpiando su bebé, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Preparando tamalitos verdes, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Preparando cebiche, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Un potito de cincuenta, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Venta de menestra fresca, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Pesando algarroba, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.
Un potito de cincuenta, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.

SECCIÓN 4
EL CROMATISMO VITAL DEL BAJO PIURA. REFLEXIÓN FINAL

“Un día Manuel Quiroz se fue a Catacaos y sobre la candente arena y la quietud de los hogares, escribió una especie de historia gráfica del folklore”.

Juan Casajuana, “El Tiempo”, 23 de agosto de 1959.

La mirada acuciosa de Manuel Quiroz nos deja un testimonio de la vitalidad de estas tierras, captado hace más de medio siglo. Sin embargo, y desde el presente, cabría preguntarnos ¿cuán actual resulta dicha mirada?, ¿cómo han devenido estas expresiones de vida de una comunidad y cuánto de ellas ha llegado a nosotros a través de las generaciones que se han sucedido?

La colección que hemos presentado resulta una parte importante del trabajo de Quiroz, construido con rigor y detalle y muy celebrado en su tiempo; pero solo nos abre la puerta al descubrimiento de un artista con una interesante y variada producción -informativa, documental, paisajística, entre otras-, realizada antes de su arribo a Piura y durante su estancia en esta ciudad. De hecho, aquí logra tejer una red de vínculos, participando del sector artístico e intelectual, activo durante dichas décadas. De igual modo, su obra abre múltiples posibilidades de análisis, desde diferentes enfoques y disciplinas, desde el etnográfico hasta el artístico.

Pero, más allá del fascinante trabajo logrado a través del foto-óleo, técnica que lo desmarcó entre sus contemporáneos, su obra nos ayuda a pensarnos en el presente, como herederos de una tradición cultural vibrante y actual en tanto piuranos, y nos recuerda la riqueza cultural de nuestro país, peculiar y central en cada región, pero que conjunta, nos define como peruanos.

Un anisado para su bajamar, 1950. Foto-óleo sobre papel, 39 x 24 cm. Col. CIPCA.

CRONOLOGÍA DE MANUEL QUIROZ

Autorretrato. 1950. Fotografía en gelatina de plata sobre papel, 18 x 24 cm. Col. CIPCA

Nace en Quito, Ecuador.

1909
1921

Inicia su formación en la Escuela de Bellas Artes de Quito. Posteriormente trabajó en el estudio fotográfico de Remigio Noroña y con el pintor Alejandro Salas.

Fue reportero gráfico del diario El Comercio de Quito. En 1938 fue comisionado para cubrir las Olimpiadas Bolivarianas en la ciudad de Bogotá, Colombia.

1930's
1940's

Radica temporalmente en las ciudades de Loja y Cuenca.

Contrae matrimonio con Laura Becerra.

1946
1947

Nace su hija Zenaida.

Exposición de paisajes y retratos lojanos como “iluminismo pictórico” en el Núcleo de la Casa de Cultura Ecuatoriana de Loja.

1948
1949
  • En enero, se instala con su familia en Piura, Perú, e instala su estudio fotográfico en la calle Cusco No. 723.
  • Empieza su producción fotográfica en Catacaos y Bajo Piura.
  • Hace su primera exposición en el Edificio Cusco de Piura con imágenes de Cuenca y Loja.
  • Nace su hijo Marco Vinicio.
  • Expone en el Colegio Nacional San Juan, Trujillo, y la Casa Cuglievan, Chiclayo.
    Expone vistas de Piura, Trujillo, Loja, Cuenca y retratos de niños y damas en el Club Grau, de Piura.

Expone fotografía “iluminada al óleo” con temática de Catacaos en la Sociedad de Empleados de Piura, patrocinado por la Asociación Cultural de Piura. Un diario local define su técnica y estilo como “foto-óleo”.

1950
1951
Expone 72 foto-óleos de Catacaos y Simbilá (alfarería, mercados, sombreros y velaciones) en el Museo Nacional de la Cultura Peruana. Luis E. Valcárcel, fundador y director del museo.
Expone sus foto-óleos en la Municipalidad de Catacaos y en la Semana de Piura.
1953
1955

Expone la misma colección bajo el título “Motivos Cataquenses” en la Feria de Los Reyes en Sullana, en el Club Grau de Piura, en la IV Semana Jubilar de Trujillo, en la Sociedad de Empleados de Piura, en el Centro Peruano de El Alto y en Lobitos.

Es condecorado con Mención Honrosa por el Concejo Provincial de Sullana.

1956
1957

La Asociación Cultural de Piura le confiere un Diploma de Honor por su destacada labor artística.

Expone en la Asociación de Estudiantes Piuranos de la Universidad Nacional de Trujillo.

1959
1961

La institución Cultura Piurana organiza exposiciones con sus miembros en conmemoración del Centenario de la creación política de Piura: “Retratos de Intelectuales Piuranos” de Manuel Quiroz, Cerámica de Rodolfo Ramos, Arte Infantil de Genaro Martínez Silva, Libros y revistas piuranos de Carlos Robles R., Fotografía Antigua de Piura de Edmundo Arámbulo, Huacos de Rosa Larrea y Luis Ginocchio, Poesía de Federico Varillas, entre otros.

  • Expone 82 foto-óleos de Cuenca, Loja, Cariamanga, Macará (Ecuador), Cajamarca, Piura, Simbilá y Catacaos en la Feria Internacional de Reyes en el Concejo de Sullana.
  • Recibe un Diploma por su dedicación profesional en el Club Cultural Deportivo Roma de Piura.
1965
1966
  • Exposición colectiva de fotografía y pintura junto con Pedro González, Genaro Martínez Silva, Manuel Guaylupo, Rafael Fiol, César Gallo, Rodolfo Ramos S., Lorenzo Osores y Mercedes Montero Calderón, a cargo del Grupo Literario y Artístico Piura, presidido por Carlota Ramos de Santolaya.
  • Expone foto-óleos en la Semana de Piura en Lima, organizada por el Club Departamental Piura de la capital. En pintura expusieron Carlos Fernández y Félix Rebolledo.
  • Recibe la Distinción Honorífica en el Salón Solemne del Concejo Provincial de Piura.
  • Expone en el Club Grau imágenes de motivos prehispánicos, virreinales y republicanos, obras creadas para el libro Aspectos gráficos de la Historia de Piura, de Carlos Robles Rázuri.
1970
1971

Expone “Piura: geografía y paisajes”, fotografías de Sullana, Piura, Paita, Talara, Ayabaca, Morropón, Sechura y Huancabamba, con la colaboración de Carlos Robles Rázuri, en el Club Grau.

Exhibe la serie “Piura La Vieja”, de 50 imágenes, con el patrocinio del Club Amantes del Arte y la colaboración de Suriel Mendoza Quintana.

1972
1974

Expone foto—óleos en la Municipalidad de Piura con el auspicio del Instituto Cultural Peruano Norteamericano de Piura.

El Banco Central de Reserva adquiere una colección de 84 foto-óleos de Manuel Quiroz con motivos cataquenses fotografiados en 1950.

1975
1978
  • Expone nueve foto-óleos y dos reproducciones de cuadros de Ignacio Merino, en evento organizado en casa de Carlota Ramos de Santolaya y el Grupo Literario y Artístico de Piura. Se proyectaron fotografías de Nora Valiente y se expuso la colección “Piura ayer y hoy” de Fernando Moscol y José Estrada Morales.
  • Expone en la “Semana de amistad Peruano – Yugoslava” organizada por la Asociación de Mujeres Profesionales y de Negocios de Piura.
  • Expone foto-óleos bajo el título “Catacaos y sus industrias ancestrales” en el VI Festival Internacional de la Costa durante la Semana Jubilar de Piura.
  • Expone la colección de Simbilá y Catacaos en el Club Grau, organizada por la Alianza Francesa de Piura en el Club Grau.
  • La Municipalidad de Piura le otorga una Distinción honorífica.
1980
1981

Vuelve a exponer “Piura La Vieja”, en el Club Grau durante el VII Festival Internacional de la Costa.

El Centro de investigación y promoción del campesinado (CIPCA) adquiere las cinco colecciones de foto—óleos sobre Catacaos y sus industrias culturales, adquisición sugerida por María Rostworowski y Lupe Camino.

1983
1986
  • Expone en la Casa de la Emancipación de Trujillo en el evento “Turismo Nor Peruano. Tres mil años de Cultura”, organizado por el Ministerio de Industria, Turismo e Integración y auspiciado por el Banco Nor Perú Continorte de Trujillo.
  • Se expone la colección de foto-óleos del CIPCA en el Concejo Provincial de Piura.

Expone la colección “Ruinas de Narihualá” en los salones de la Municipalidad de Catacaos; recibe un Diploma de Honor en reconocimiento a su arte fotográfico y participa del panel-foro sobre “Material histórico de Catacaos”.

1987
1988

Fallece el 2 de mayo.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DE LA ÉPOCA

DIARIOS Y REVISTAS

Entre los medios impresos más importantes que informaron sobre la actividad fotográfica y artística de Manuel Quiroz destacan los diarios La Opinión del Sur y Crisol de Loja; los diarios La Industria, El Tiempo, Correo, en Piura; La Nación de Trujillo; El Norte y La República de Sullana; la revista Época de Piura; el diario El Comercio y revista Cultura Peruana de Lima.

ARTÍCULOS DEDICADOS A MANUEL QUIROZ

  • Carlos Robles Rázuri, “Historia de la industria indígena de Catacaos ha registrado el fotógrafo Manuel Quiroz”, diario El Tiempo, Piura, 20 de enero de 1958.
  • Juan Casajuana Cardona, “El Arte de Manuel Quiroz”, diario El Tiempo, Piura, 23 de agosto de 1959.
  • Luis Ginocchio Feijoo, “Un artista de la fotografía en Piura”, diario El Tiempo, Piura, domingo 19 de junio de 1960.
  • José Estrada Morales, “Geografía y Paisaje de Piura”, diario El Tiempo, Piura, 12 de octubre de 1971, y “Es artista y ama Piura”, diario El Tiempo, Piura, 10 de octubre de 1972.
  • Miguel Varillas Velázquez, “Piura La Vieja”, revista Época, No. 57, enero de 1972.
  • Carlos Robles Rázuri, “El alma del pueblo de Piura a través del folklore”, diario El Tiempo, Piura, 26 de abril de 1976.

CATÁLOGOS

  • “Exposición de foto-óleos. Presentada por el señor Manuel Quiroz Jiménez”, Museo de la Cultura Peruana, Lima, 1951.
  • “Exposición de fotooleografías”, Feria Internacional de Reyes de Sullana, 1965.
  • “Manuel Quiroz Jiménez”. Homenaje a la Semana de Piura en Lima, Club Departamental Piura, 1966.
  • “Catacaos y sus industrias culturales”, VI Festival Internacional de la Costa, Club Grau, Piura, 1980.
  • “El foto óleo de Manuel Quiroz”, CIPCA, Piura, Mayo 1986.

LIBRO

  • Carlos Robles Rázuri y Manuel Quiroz, Aspectos gráficos de la Historia de Piura, Ed. Concejo Provincial de Piura. 1970.

CARTAS

Manuel Quiroz recibió cartas de diversas personalidades e instituciones invitándole a exponer o agradeciéndole por sus colaboraciones. Entre las más destacadas se encuentran:

De Luis E. Valcárcel (1951); del Alcalde de Piura, Carlos Taiman Villar (1953); del Alcalde de Catacaos, Carlos Navarrete (1953); del Alcalde de Trujillo, Víctor Julio Rossel (1954); del Cónsul de Ecuador en Sullana, Francisco Larrea (1954); del Alcalde de Sullana, Amadeo Samaniego (1955 y 1956); del presidente de la Asociación Cultural de Piura, Luis Altuna (1957); del presidente de la Asociación de Estudiantes Piuranos de Trujillo, Rolando Quezada (1959); de la presidenta de la Comisión Municipal de Fiestas Patrias, Piura, Rosa Augusta Celi (1960); del escritor Gregorio Mendoza Carrera -Mario Negro Zedoc- (1965); de la presidenta del Comité de la Semana de Piura, Carlota Ramos de Santolaya (1970); del presidente del Club Amantes del Arte, Víctor Ortiz Morales (1970), de la presidenta del Grupo Literario y Artístico de Piura, Juana Cortés de Beer (1978); de la presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionales y de Negocios de Piura, Antela de Balarezo (1978); de la presidenta de la Comisión de la Semana de Piura, Elvira de Quirós (1980); del director del CIPCA, Vicente Santuc Laborde (1983); del alcalde de Piura, Luis Paredes Maceda (1986); del alcalde de Catacaos, Pablo Rentería Arrunátegui (1987).

¿QUÉ TE HA PARECIDO LA EXPOSICIÓN? FIRMA EL LIBRO DE VISITAS Y DÉJANOS TUS COMENTARIOS

CRÉDITOS

Curaduría: Andrés Garay y Cristina Vargas

Programa educativo: Kevin Aguilar

Diseño web: Cristhian Rojas

Digitalización: Pablo Cruz

Calibración y retoque: Luis Luna Victoria

Propiedad de las fotografías de Manuel Quiroz: Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA)

Curaduría:
Andrés Garay y Cristina Vargas

Programa educativo: Kevin Aguilar

Diseño web: Cristhian Rojas

Digitalización: Pablo Cruz

Calibración y retoque: Luis Luna Victoria

Propiedad de las fotografías de Manuel Quiroz: Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA)

AGRADECIMIENTOS

Al Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) por haber facilitado y cedido el uso de las imágenes de Manuel Quiroz de su colección para esta exposición.

A Zenaida Quiroz Becerra, hija del fotógrafo, por haber compartido documentación e información valiosa e inédita con los curadores de la exposición.

PROYECTO FINANCIADO POR