Como si se tratara de un viaje, el artista nos va adentrando en el entorno vital del Bajo Piura, donde aparece el valle del río homónimo, en medio de un entorno desértico. Los sepias del territorio arenoso, coexisten con el verdor de los característicos algarrobos, lo que logra plasmar a través de la sutil aplicación del óleo y tintes coloreados sobre la fotografía.
El camino hacia Catacaos flanqueado de algarrobos -como era habitual hallar a mediados del siglo pasado-, transitando por los paisajes tradicionales de Simbilá, hasta llegar a las callecitas cataquenses, nos permiten encontrarnos con entornos hasta hoy identificables. En sus imágenes, aparecen atisbos a la calle Comercio, arteria principal de Catacaos, de gran dinámica económica; así como la arquitectura vernácula y la republicana que coexisten en dicho espacio, ambas de incalculable valor patrimonial. Esto se relaciona, además, con la trayectoria del artista y su interés por el registro del paisaje habitado, como se evidencia de la exposición de vistas lojanas, muy aplaudida, que realizó en su tierra natal (Ecuador) antes de partir al Perú; y que se conserva en otras series que realizará ulteriormente, como aquella de Cajamarca y Piura La Vieja.
La palpitante vida cotidiana en el Bajo Piura, maravilla al artista desde que pisó tierras piuranas, y que durante un año -según testimonio de su hija, Zenaida Quiroz (2021)- y en compañía de su esposa, documenta diferentes momentos y situaciones de estas poblaciones. Los habitantes de todas las edades son protagonistas de sus escenas, apareciendo en casi todas ellas, en espacios públicos, pero también privados: en el mercado, en los chicheríos, en el cementerio; pero también en la intimidad de sus talleres, cocinas y viviendas.
En ese relato, la muerte y las tradiciones asociadas a ella, las cuales se han mantenido casi intactas hasta antes de la pandemia, también concitan su atención, transmitiéndonos el rigor del luto, en contraste con los colores vivaces de este espacio.
“Un día Manuel Quiroz se fue a Catacaos y sobre la candente arena y la quietud de los hogares, escribió una especie de historia gráfica del folklore”.
Juan Casajuana, “El Tiempo”, 23 de agosto de 1959.
La mirada acuciosa de Manuel Quiroz nos deja un testimonio de la vitalidad de estas tierras, captado hace más de medio siglo. Sin embargo, y desde el presente, cabría preguntarnos ¿cuán actual resulta dicha mirada?, ¿cómo han devenido estas expresiones de vida de una comunidad y cuánto de ellas ha llegado a nosotros a través de las generaciones que se han sucedido?
La colección que hemos presentado resulta una parte importante del trabajo de Quiroz, construido con rigor y detalle y muy celebrado en su tiempo; pero solo nos abre la puerta al descubrimiento de un artista con una interesante y variada producción -informativa, documental, paisajística, entre otras-, realizada antes de su arribo a Piura y durante su estancia en esta ciudad. De hecho, aquí logra tejer una red de vínculos, participando del sector artístico e intelectual, activo durante dichas décadas. De igual modo, su obra abre múltiples posibilidades de análisis, desde diferentes enfoques y disciplinas, desde el etnográfico hasta el artístico.
Pero, más allá del fascinante trabajo logrado a través del foto-óleo, técnica que lo desmarcó entre sus contemporáneos, su obra nos ayuda a pensarnos en el presente, como herederos de una tradición cultural vibrante y actual en tanto piuranos, y nos recuerda la riqueza cultural de nuestro país, peculiar y central en cada región, pero que conjunta, nos define como peruanos.
Nace en Quito, Ecuador.
Inicia su formación en la Escuela de Bellas Artes de Quito. Posteriormente trabajó en el estudio fotográfico de Remigio Noroña y con el pintor Alejandro Salas.
Fue reportero gráfico del diario El Comercio de Quito. En 1938 fue comisionado para cubrir las Olimpiadas Bolivarianas en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Radica temporalmente en las ciudades de Loja y Cuenca.
Contrae matrimonio con Laura Becerra.
Nace su hija Zenaida.
Exposición de paisajes y retratos lojanos como “iluminismo pictórico” en el Núcleo de la Casa de Cultura Ecuatoriana de Loja.
Expone fotografía “iluminada al óleo” con temática de Catacaos en la Sociedad de Empleados de Piura, patrocinado por la Asociación Cultural de Piura. Un diario local define su técnica y estilo como “foto-óleo”.
Expone la misma colección bajo el título “Motivos Cataquenses” en la Feria de Los Reyes en Sullana, en el Club Grau de Piura, en la IV Semana Jubilar de Trujillo, en la Sociedad de Empleados de Piura, en el Centro Peruano de El Alto y en Lobitos.
Es condecorado con Mención Honrosa por el Concejo Provincial de Sullana.
La Asociación Cultural de Piura le confiere un Diploma de Honor por su destacada labor artística.
Expone en la Asociación de Estudiantes Piuranos de la Universidad Nacional de Trujillo.
La institución Cultura Piurana organiza exposiciones con sus miembros en conmemoración del Centenario de la creación política de Piura: “Retratos de Intelectuales Piuranos” de Manuel Quiroz, Cerámica de Rodolfo Ramos, Arte Infantil de Genaro Martínez Silva, Libros y revistas piuranos de Carlos Robles R., Fotografía Antigua de Piura de Edmundo Arámbulo, Huacos de Rosa Larrea y Luis Ginocchio, Poesía de Federico Varillas, entre otros.
Expone “Piura: geografía y paisajes”, fotografías de Sullana, Piura, Paita, Talara, Ayabaca, Morropón, Sechura y Huancabamba, con la colaboración de Carlos Robles Rázuri, en el Club Grau.
Exhibe la serie “Piura La Vieja”, de 50 imágenes, con el patrocinio del Club Amantes del Arte y la colaboración de Suriel Mendoza Quintana.
Expone foto—óleos en la Municipalidad de Piura con el auspicio del Instituto Cultural Peruano Norteamericano de Piura.
El Banco Central de Reserva adquiere una colección de 84 foto-óleos de Manuel Quiroz con motivos cataquenses fotografiados en 1950.
Vuelve a exponer “Piura La Vieja”, en el Club Grau durante el VII Festival Internacional de la Costa.
El Centro de investigación y promoción del campesinado (CIPCA) adquiere las cinco colecciones de foto—óleos sobre Catacaos y sus industrias culturales, adquisición sugerida por María Rostworowski y Lupe Camino.
Expone la colección “Ruinas de Narihualá” en los salones de la Municipalidad de Catacaos; recibe un Diploma de Honor en reconocimiento a su arte fotográfico y participa del panel-foro sobre “Material histórico de Catacaos”.
Fallece el 2 de mayo.
Entre los medios impresos más importantes que informaron sobre la actividad fotográfica y artística de Manuel Quiroz destacan los diarios La Opinión del Sur y Crisol de Loja; los diarios La Industria, El Tiempo, Correo, en Piura; La Nación de Trujillo; El Norte y La República de Sullana; la revista Época de Piura; el diario El Comercio y revista Cultura Peruana de Lima.
Manuel Quiroz recibió cartas de diversas personalidades e instituciones invitándole a exponer o agradeciéndole por sus colaboraciones. Entre las más destacadas se encuentran:
De Luis E. Valcárcel (1951); del Alcalde de Piura, Carlos Taiman Villar (1953); del Alcalde de Catacaos, Carlos Navarrete (1953); del Alcalde de Trujillo, Víctor Julio Rossel (1954); del Cónsul de Ecuador en Sullana, Francisco Larrea (1954); del Alcalde de Sullana, Amadeo Samaniego (1955 y 1956); del presidente de la Asociación Cultural de Piura, Luis Altuna (1957); del presidente de la Asociación de Estudiantes Piuranos de Trujillo, Rolando Quezada (1959); de la presidenta de la Comisión Municipal de Fiestas Patrias, Piura, Rosa Augusta Celi (1960); del escritor Gregorio Mendoza Carrera -Mario Negro Zedoc- (1965); de la presidenta del Comité de la Semana de Piura, Carlota Ramos de Santolaya (1970); del presidente del Club Amantes del Arte, Víctor Ortiz Morales (1970), de la presidenta del Grupo Literario y Artístico de Piura, Juana Cortés de Beer (1978); de la presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionales y de Negocios de Piura, Antela de Balarezo (1978); de la presidenta de la Comisión de la Semana de Piura, Elvira de Quirós (1980); del director del CIPCA, Vicente Santuc Laborde (1983); del alcalde de Piura, Luis Paredes Maceda (1986); del alcalde de Catacaos, Pablo Rentería Arrunátegui (1987).
Curaduría: Andrés Garay y Cristina Vargas
Programa educativo: Kevin Aguilar
Diseño web: Cristhian Rojas
Digitalización: Pablo Cruz
Calibración y retoque: Luis Luna Victoria
Propiedad de las fotografías de Manuel Quiroz: Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA)
Al Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) por haber facilitado y cedido el uso de las imágenes de Manuel Quiroz de su colección para esta exposición.
A Zenaida Quiroz Becerra, hija del fotógrafo, por haber compartido documentación e información valiosa e inédita con los curadores de la exposición.